MIS GATOS

 

LUCKY

 

 

"Hola, me llamo Jose y un día leí un artículo en una revista sobre el Maine Coon y me llamó mucho la atención. Otro día en una exposición de perros vi una revista antigua dedicada íntegramente a esta raza. La compré y la leí y decidí que quería tener uno. Como de gatos no tenía ni idea empecé a comprar revistas y libros sobre gatos, y descubrí que estaba en lo cierto, de gatos no tenía ni idea. El siguiente paso era saber cómo conseguir uno, nunca me han gustado las tiendas y siempre he preferido los criadores especializados en una sola raza o todo lo más en dos, así que el abanico era muy reducido. Armado con el teléfono empecé a llamar. Descubrí que por más que llamaba y más que preguntaba, siempre me trataban con cariño y parecía que nunca molestaba, sin duda buena gente. Por fin llegó el día y apalabramos uno, pero como estaba esperando cambiarme de casa decidí que lo mejor era esperar hasta después de la mudanza. Pero el hombre propone y Dios dispone. Yo no vivo solo, además de mi mujer Eva compartía casa  con dos perros, Fox que es un impresionante Rhodesian Ridgeback de 45 Kg y Sony un alegre Vizsla de 29 Kg. Una tarde al salir para dar un paseito echaron a correr tras un gato, (cosa rara, pues en mi plaza nunca los ha habido). Los llamé y se acabó la carrera. Al día siguiente por si acaso estaba allí bajaron atados, efectivamente allí estaba, pero no le di importancia, pasaban los días y el gato seguía allí, un señor de un bar le sacaba sobras y él no se movía de allí. Por fin empezó a llamarme la atención, me acerqué a él, dejé a los perros 3 metros detrás de mí sentados y a la orden de quietos. Descubrí que era precioso, que si yo hubiera diseñado mi gato perfecto sería como él, pero ¿tendría buen carácter? ¿odiaría a Fox y Sony por haberle dado aquella carrera?, preguntas, preguntas y más preguntas, pues, a por las respuestas. Primero el señor del bar, me dijo que no era suyo, que había sido abandonado en el puente de la constitución, que él  no podía quedárselo y que si yo lo quería no había problema. Lo hablé con Eva y con mucho miedo decidimos que sí, que a por él, pero antes más llamadas de teléfono para pedir consejo de cómo hacerlo correctamente. Primero al veterinario y luego a los amigos criadores de Maine Coon, todos además de aconsejarme como hacerlo correctamente y de darme la lista de todo lo que necesitaba, me animaron a hacerlo. Un par de contactos más con el gato para asegurarnos de que tenía buen carácter y a la tienda a comprarlo todo. Llegado el momento bajamos a por él, pero maldición, (la primera en la frente), los gatos tienen sus propias ideas y se había ido a dar un paseo, le dejé el transportín y mi número de teléfono al señor del bar y él quedó en llamarme cuando lo tuviera en su poder. A las dos horas sonó el teléfono, ya era nuestro ¿o no?, todo esto ocurrió un sábado por la noche, al lunes siguiente visita al veterinario, y gracias a dios no tenía chip. Chequeo completo, pinchazos para análisis de sangre, (los gatos tienen las venas muy pequeñas y no se fácil acertar a la primera), pinchazo para desparasitarle y súper pinchazo para ponerle el chip, ahora sí era nuestro, todo esto con el gato en brazos, un par de bufidos, pero ni un solo arañazo. Salvo algunas lombrices, el gato estaba sano, gracias a dios. Le llamamos Lucky (afortunado), en el tiempo que lleva en casa puedo asegurar que los afortunados somos nosotros. Lucky sigue siendo un sueño hecho realidad, cada día está más bonito y es más maravilloso. En veinte días estaba perfectamente adaptado a la casa, a los perros y a nosotros. Podemos cepillarle y le gusta, podemos cortarle las uñas y no le gusta pero se deja sin problemas, podemos bañarle, no tengo muy claro si le gusta o no, pero él se deja, no rompe nada, hace sus cosas en su sitio desde el primer momento. Solo tiene un pero: no le gusta el coche, que le vamos a hacer, si le gustara ya sería la leche. Cuando le adoptamos Lucky tenía un año y pesaba 4 kgs., sin duda alguna otro regalo de Reyes convertido en juguete roto, nunca entenderé por qué lo abandonaron, pero de una cosa sí que estoy seguro, nunca tendrán otro gato como Lucky.

En marzo cogimos vacaciones, cuando empezamos a hacer las maletas a Lucky le cambió la cara, se le puso la misma carita triste que tenía cuando estaba abandonado, sus maullidos se volvieron tristes lamentos, la casa se le cayó encima, sin duda alguna se acordaba del día en que le abandonaron. Por no verle así me daban ganas de deshacer las maletas. (también, por decirlo fino, de tener unas palabritas con alguien), pero las vacaciones son sagradas, y Eva, Fox, Sony, Lucky, y yo nos fuimos a por nuestro muy merecido descanso, a la vuelta Lucky lo comprendió: nosotros nunca le abandonaremos."

Esta es una carta que se publicó en la revista Todo Gatos, donde contaba la historia de Lucky. Desde entonces han pasado tres años y nuestra vida ha dado un giro importante, como podéis ver en esta página. Pero cuál es la historia de Luke, ¿por qué no es un Maine Coon?

Ahora, vivir en el campo nos presenta nuevos retos, Lucky y Luke tienen la posibilidad de salir de casa cuando les apetece, esto les encanta y les hace estar fuertes, pero es peligroso y mucho más si eres un maravilloso Maine Coon, ¿por qué?, primero un gato caro y de raza despierta muchas envidias y eso no es bueno, segundo, hace dos años los gatos que criaba Hannelore parecían gatos monteses, francamente preciosos, pero aunque los gatos monteses estén en peligro y por lo tanto, protegidos por la ley, en realidad esto no es así y mal llamados cazadores, escopeteros diría yo, los siguen considerando alimañas y disparan sobre ellos. Por eso necesitábamos un gato que no dejara dudas de que es un gato casero. Ahora Hannelore cría también Maine Coon de otros colores, y la cosa sería distinta.

Por estas razones, nos vimos empujados a renunciar “de momento” a nuestro Maine Coon.

Pero no fue difícil encontrar a Luke, queríamos que hubiera nacido en una casa, que tuviera algo de sangre de persa y no dejara dudas sobre su procedencia casera. Un poco de paciencia, unas llamadas de teléfono y Luke ya estaba en casa.

Fue muy divertido ir a recogerlo, pues nos llevamos a los perros y cuando se lo presentamos a Fox la criadora casi se desmaya. Imaginar la escena: 200 grs. De gatito tierno frente a una boca donde cabe mi cabeza y es capaz de partir pelotas de golf. Pero más gracioso fue una vez en casa, ahora era el turno de Lucky, el cabreo al ver a Luke fue de dimensiones épicas, nuestro adorable gato se convirtió en un tigre siberiano.

El segundo día la cosa cambió y el cabreo se convirtió en desprecio absoluto, el pobre Luke era para Lucky algo totalmente repulsivo.

El tercer día de nuevo cambió, decidió ignorarlo, ya que no podía deshacerse de él decidió que eso no estaba ahí, directamente no existía.

El cuarto día ya era mucho para él, y los gatos son muy curiosos, así que decidió empezar a investigar qué era eso que le habíamos metido en casa, desde entonces hasta ahora son inseparables.

¿Y con los perros qué?

Ningún problema, incluso cuando he tenido camadas, las madres han dejado entrar antes a los gatos que al resto de los perros de la casa.

¿Y nosotros?

Francamente, los gatos nos han sorprendido. Son mucho más maravillosos de lo que imaginábamos, y tenemos una relación con ellos muy especial. Una curiosidad, Lucky es mi gato y Luke el de Eva, esto lo han decidido ellos y se nota claramente.

En Octubre de 2007 apareció en nuestras vidas Simba, sigue sin ser un Maine Coon (pero algún día tendremos uno).
Simba es todo un personaje, lo encontramos en una gasolinera, apenas tenia dos meses, estaba desnutrido, deshidratado y muerto de frío.
Prácticamente se nos metió en la furgoneta, sin importarle lo mas mínimo que estuviera llena de perros.
Es un gato supersociable y pasa la mayor parte de su tiempo con los perros, en especial con Sony, le encanta dormir con él, también le gusta jugar con los cachorros y tomarles el pelo.
Con Lucky y Luke no tiene el mas mínimo problema, en especial con Luke mantiene una buena amistad, Lucky pensará que el ya aguantó todas las trastadas de cuando Luke era cachorro y ahora le toca aguantar a Luke.
Estamos muy felices de tener a Simba y que decidiera adoptarnos a nosotros y a todas nuestras mascotas.

28-09-2010

Simba sigue regalándonos su compañía, pero Luke nos dejó el 9 de Junio 2010. Tenía casi 9 años y siempre nos pareció un gato super fuerte, pero su generoso corazón no lo era tanto. Podemos considerarnos afortunados, casi 9 años disfrutando de su amistad y creemos que Luke también fue feliz viviendo junto a nosotros.
Prácticamente coincidieron en el tiempo, pero la verdad es que empezamos antes de saber que Luke estaba enfermo y ahora por fin "SI" tenemos un Maine Coon.
Es una preciosa hembrita que se llama Irma la Dulce de Hispanocoon y es criada por nuestra amiga Hannelore, que en esto de los gatos lleva mas de 10 años aguantándonos y dándonos buenos consejos.
Lucky hace ya mucho que decidió pasar de cachorros, pero es Simba quien ha decidido ser el profesor de Irma y enseñarla todas sus habilidades.
Simba sigue batiendo récords y es capaz de salir de paseo con 8 perros adultos y 2 cachorros, creo que mas pronto que tarde Irma también se apuntará a los paseos perrunos.
Irma es nuestra primera hembra y nuestro primer gato con pedigrí, pero seguiremos acudiendo a las expos de gatos solo a mirar y de criar tenemos mas que de sobra con los perros. Así que todo seguirá igual, disfrutaremos del recuerdo de Luke, seguiremos maravillándonos de lo sinvergüenza que es Simba y de lo super bonitos que son Irma y Lucky.

 

 

 

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